Estoy contenta. Lo digo en serio, muy contenta.

No me gusta tener vino en casa cuando hace calor porque no tengo una bodega, ni un armarito climatizado para guardarlos. Teniendo esto en cuenta, decidí juntar a mis amigas en casa para cenar y bebernos esa botella. En definitiva, para ir calentando motores para la fiesta de My lovah Cindy.

Lo pasamos muy bien, pero ahora, en vez de una botella de vino tengo cuatro y además tengo infinitas variedades de quesos en la nevera y creo que tendré que hacer otra cena pronto para quitar todo ese stock. Soy un poco desastre organizando este tipo de eventos porque siempre sobra mucha comida y bebida. Menos mal que Pruna se ha apiadado de mí y ha venido esta mañana a mi casa con tres tuppers y se los ha llevado llenos.

Creo que la fiesta My lovah Cindy vivió su noche de consagración y espero se convierta en una cita fija mensual. Yo me lo pasé genial. Además, me encantan los cartelitos que hacen y desde aquí les aviso que en la próxima les robaré uno. No sé si el de "Be my lovah" o el de "bollera sensata me pone perraca". Estoy dudando.