Hoy la gula no era pecado.

Creo que nunca había disfrutado tanto comiendo. Hoy hemos ido unas cuantas de La Pelu a comer a la Hofmann y me entraban ganas de llorar de lo bueno que estaba todo. Y claro, ya que nos dábamos un homenaje comiendo, también nos lo hemos dado con la bebida y yo al menos he salido fascinada por la comida y medio borracha por el vino.

Me iba a ir a correr esta tarde pero la comida se ha juntado con unas cervezas y se ha hecho un poco tarde. Ahora estoy en casa y si no fuera porque todavía me dura el empacho, pensaría que ha sido un sueño. Aix... cuánto placer.