Ya lo hemos casado.

Sabía que me lo iba a pasar bien pero reconozco que la boda de mi sobrino superó mis expectativas. En la iglesia me pasé toda la misa respondiendo a mi sobrino de 5 años las preguntas del tipo: ¿Quién es ese hombre de ahí arriba? (era un Cristo crucificado) ¿Y por qué tiene sangre? ¿Y quién es Dios?...
E intentando que mi sobrinilla de dejase de preguntar en voz alta y cada 3 minutos: ¿Pero cuándo se casan?
No lloré aunque faltó realmente poco y aguanté como una campeona con los tacones infinitos y los Gin-tonics infinitos sin terminar por el suelo ni por uno ni otro motivo.
Unas de las mejores cosas... el baile de los novios: Comenzaron con un vals y de repente se pusieron a bailar Grease y Pulp Fiction. Lo tenían superpreparado y nos quedamos todos flipando.

Este fin de semana ha sido muy especial para mi familia pero no sólo quiero hablar de la boda. Me puse muy triste con la muerte de Labordeta, me encantaba ese hombre y lo sentí de verdad. Desde aquí mi recuerdo a ese aragonés auténtico.

El día de la boda

Casi fue un milagro que llegara a Soria sana y salva tras conducir con esa lluvia horrorosa y parando de vez en cuando porque se me cerraban los ojillos.

Llegue a medianoche agotada y nada mas entrar por la puerta, mi madre me dijo que mi sobrino se vestiría de novio allí, en casa de mis padres. Puede parecer una tontería pero el que mi sobrino no elija su casa, ni casa de su padre, ni casa de su madre para salir hecho un pincel camino de la iglesia tiene un gran significado.
Su abuela le ha criado y que mi sobrino tenga este detalle com ella me parece muy bonito porque a mi madre seguro que le hace mucha ilusión.
Como digo, es una tontería pero a mi estas cosas me emocionan.
Mi hermana me pregunto si creía que hoy se me escaparía alguna lagrimilla y le dije que como podía preguntarme eso, que vaya chorrada, pero bueno, ya no estoy tan segura y por si acaso no pondré la mano en el fuego.

Acualizando desde el iPhone.

El Sábado estoy invitada a 2 bodas, pero sólo iré a una.

.- Vestido.
.- Zapatos.
.- Sujetador sin tirantes que me quede bien con el palabra de honor.
.- Medias.
.- Pulsera y pendientes de bisutería.
.- Peluquería.
.- Regalo.

Las bodas sí tienen un precio y sigo sin entender por qué a mi sobrino y su novia les ha dado por montar una boda de las de toda la vida: Por la iglesia, por la mañana, con carroza de caballos, niños vestidos igual que llevarán las arras y con infinitos invitados. Para mí es algo totalmente obsoleto.
Que sí, que me lo pasaré genial y todo será muy bonito pero hay cosas que me superan.

Superando a Jesucristo: Cumplo 34!!!

Es un poco patético celebrar una fiesta de cumpleaños y pasarme todo el rato vomitando (no, no era por ir borracha, simplemente a mi estómago le dio por protestar) mientras todo el mundo se divierte en mi comedor. Pero bueno, eso fue el Sábado por la noche y mi cumple es hoy, así que volveré a celebrarlo.
Ya tengo 34 y para seguir con la costumbre cuelgo una foto mía el día de mi cumpleaños. Ésta es del Primavera Sound de este año y salgo con la gorra de capitan del Capitan Matt y la camiseta del festival que nos compramos Poma, V de Pera (fue la fotógrafa) y yo. Como puede verse íba fatal.
A mí me encanta cumplir años, incluso me emociona así que sé que este Lunes que acaba de comenzar será un gran día. Fijo.

¡Caracoles!

Esta noche me he despertado y no sabía en qué ciudad estaba. Era Logroño. A mí no me importa conducir, de hecho me gusta, pero si tengo a un guiri a mi lado que no se calla ni debajo del agua, los viajes de trabajo pueden ser realmente agotadores psicológicamente.
Afortunadamente ya estoy en Barcelona y lo que quiero escribir no es cómo me han ido las vacaciones sino un hecho muy curioso que me ha pasado hoy.

Volvía de Logroño (por fin sola) en el coche y he decidido entrar en Lleida a comer. Me he ido a un restaurante que se llama Els Trulls. Allí la especialidad son los caracoles pero no he pedido porque a mí no me gustan, siempre me ha dado un poco de asco y nunca como. Estaba tan tranquila con mi ensalada y mi longaniza a la brasa cuando he visto que a las mesas de mi alrededor les llevaban caracoles y... tenían una pinta estupenda. Me han dado mucha envidia y me he quedado con las ganas de comer. Yo, que siempre he sido bastante estúpida pero constante en esa manía a los caracoles, me moría de ganas de probarlos y ahora llevo toda la tarde pensando en que tengo que volver allí a comer esos "Cargols a la llauna". No me los quito de la cabeza.